miércoles, 16 de mayo de 2012

Dieta depurativa después de determinados excesos

Los beneficios de una dieta depurativa saludable

Debemos olvidarnos de esas dietas milagrosas presentes en multitud de revistas y sitios de Internet. Una dieta depurativa no es muy diferente de una dieta normal y saludable, con la única diferencia de ser una dieta muy pobre en grasas, sodio, azúcares y alcohol. Tras los excesos nutricionales de unos días festivos, mantener una dieta depurativa ayudará a nuestro organismo a recuperar su equilibrio y nos hará sentirnos más vitales, animados, menos hinchados y en definitiva, mucho mejor.

Para lograr desintoxicar nuestro organismo de los malos nutrientes que hemos ingerido, lo mejor es no ser radical con la dieta y saltarse las comidas o realizar alguna de esas famosas dietas a base de líquidos solamente, o frutas, o verduras, o ideas mucho peores. Una dieta depurativa saludable está compuesta por alimentos y bebidas de calidad, ingeridas entre 4 y 6 comidas diarias, siempre en cantidades moderadas que no resulten ni escasas ni excesivas, y siempre con alimentos variados que nos aporten todos los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento de nuestro organismo y su necesaria depuración.

Así pues, podremos hacer una dieta depurativa durante los días que consideremos necesarios, siguiendo estos sencillos pero prácticos consejos:

Frutas y verduras en abundancia, mejor si son frescas porque conservan todos sus nutrientes, agua y vitaminas. De lo contrario, es preferible cocinarlas al vapor que es el método de cocción que menor pérdida de nutrientes ocasiona.

Agua en abundancia, que podemos saborizar con zumos naturales si no queremos consumir agua sola. Los zumos a base de concentrados es mejor evitarlos por su elevado nivel de azúcares, así como los refrescos y las bebidas con alcohol. En lo posible, hay que beber solamente agua en una cantidad que ronde entre los dos y los tres litros diarios.

Lácteos desnatados entre los que predominen el yogurt, la leche y los quesos frescos. Necesarios para el buen funcionamiento de nuestros intestinos y por su gran aporte de proteínas de calidad y vitaminas en abundancia.

Cereales y pastas integrales, que aportarán una gran cantidad de fibra y otros nutrientes a nuestro organismo, además de saciar nuestro apetito y lo más importante, ayudarnos a evacuar los excesos.

Carnes magras bajas en colesterol como la pechuga de pollo y la de pavo sin piel, o los pescados blancos y con moderación los azules. Lo mejor es cocinar a la plancha, al horno o al vapor, siempre evitando las frituras y el exceso de aceite.

Por último, evitar la sal. Hay que evitar el consumo excesivo de sodio, que incrementa la retención de líquidos y la sensación de pesadez en nuestro organismo. En la medida de lo posible, mejor comer siempre lo más natural posible y aderezar nuestros alimentos con especias o hierbas frescas, que aportarán un extra de sabor y nutrientes.

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